Jesus y nada mas
En este capítulo 6 de Juan vemos los principales elementos del evangelio. Jesús dice que descendió del cielo, habla de su muerte, representado por la carne y sangre, cita la resurrección y revela su regreso al cielo. Pero muchos lo siguen por razones equivocadas, más interesados en lo que puede proporcionar que en su propia persona. El versículo 66 dice:
"desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Entonces Jesús dijo a los doce: ¿Se irán ustedes también?"
hey, ¿dónde está esa multitud que lo siguió al comienzo del capítulo, los miles que alimentó en la multiplicación de los panes? Ahora solo habla a los doce restantes. ¿Lo dejarían también?
Vivimos en una época en que la cristiandad se ha convertido en un gran circo, con nuevas atracciones para atraer y entretener al público. Donde una vez hubo un predicador del evangelio hoy hay un escenario con músicos y bailarines. Hay eventos sociales, corporativos y deportivos para atraer personas con una amplia gama de intereses. Y Jesús, ¿dónde está?
Imagina que eres un cristiano viviendo en el primer siglo. Para empezar, no te unirías a una denominación porque esa idea solo aparecería más de mil años después. Estarías contento de simplemente ser llamado cristiano. Al reunirte en comunión con el Señor y tus hermanos, te involucrarías en la doctrina de los apóstoles, en las oraciones y cena del Señor. alguien que quisiera ver músicos y bailarines tendría que ir a los festivales de los dioses romanos.
Solo el Espíritu Santo, no un hombre, lideraría esas reuniones. Un hermano podría sugerir un himno para que todos cantaran, otro haría una oración y dos o tres ministrarían la
Palabra de Dios mientras los demás juzgarían. Sin gritos ni ataques histéricos. Habría reverencia y orden, porque el Señor estaría allí en medio de ustedes. Después de todo, era para él y en su nombre estarían congregados.
Jesús sería suficiente para ustedes, pero parece que en nuestro capítulo él no es suficiente para algunos que quieren abandonarlo. Pregunta a los doce si quieren hacer lo mismo y Pedro responde: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros hemos creído y sabemos que eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Jn. 6:68-69).
¿ya has creído en Jesús? Genial, Pedro dice: "Hemos creído y conocido", así que ahora querrás saber más de Jesús, congregarte para él, no para ti o tus emociones, ni para un líder o una religión. Querrás estar donde él está, donde él es el centro de las atenciones, donde él es la principal atracción y nada más. Pero Pedro se equivoca en algo . Él dice que "nosotros" hemos creído y conocido. Habla por los doce sin saber que entre ellos existe un diablo: Judas el traidor, que sigue a Jesús con la vista puesta en el dinero.
